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Receta de tomates secos en aceite

Receta de tomates secos en aceite

En cuanto aprendas esta receta de tomates secos con aceite, ¡no querrás consumir tomates de otra forma! 

Los tomates secos en aceite de oliva son una conserva muy fácil de preparar en casa, la cual se puede utilizar en una multitud de platos: para añadir a ensaladas, hacer tostas o en un buen desayuno, para acompañar pasta, para hacer pesto, como guarnición a cualquier plato de carne o pescado…

Los tomates secos en aceite de oliva virgen extra concentran el sabor de la aceituna y nos permite incluirlos en todo tipo de platos y aderezos. El tomate, al haber perdido mucha de su agua, tiene un sabor mucho más intenso.

Prepara todos los ingredientes que te enseñamos esta receta de tomates secos en aceite de oliva virgen extra.

Ingredientes

Necesitamos:

  • 80 gramos de tomates secos

  • Aceite de oliva virgen extra Oliaesa

  • 8 dientes de ajo, aproximadamente

  • 1 cucharada de pimienta negra en grano

  • 1 cucharada de orégano

  • 1 cucharada de albahaca

Si quieres añadir un extra de picante, puedes añadir una o dos guindillas cayenas.

Las hierbas en esta receta resultan claves. En esta receta en concreto hemos utilizado albahaca y orégano, pero también pueden utilizarse tomillo y romero. Utiliza las mismas cantidades siempre y, si quieres potenciar aún más el sabor de los tomates secos, aumenta las cantidades.

Lo mejor de utilizar cuatro tipos de hierbas diferentes es poder darle siempre un sabor diferente a esta receta.

Si optamos por secar los tomates nosotros mismos, los cortamos por la mitad y, con las semillas hacia arriba, los depositamos en una bandeja y los dejamos al sol durante todo el día. Cuando llegue la noche, retiramos la bandeja y la volvemos a sacar al día siguiente. Así, hasta cuatro o incluso siete días en verano. El tiempo varía dependiendo de la estación y hay que sacarlos al sol hasta que los trozos se vuelvan quebradizos.

Preparación

  1. Ponemos agua a hervir y, cuando lo haga, añadimos los tomates secos. Dejamos hervir durante 20 minutos. Escurrimos los tomates y los dejamos reposar en un colador para que se sequen un poco. Terminamos de secarlos con un trapo limpio. Es esencial que te asegures de que los tomates están bien secos antes de añadirlos al aceite, ya que esto podría alterar su sabor.

  2. Pelamos los ajos y los aplastamos con el canto del cuchillo para que suelten todo su aroma.

  3. Rellenamos un tarro de cristal intercalando los ajos, los tomates, los granos de pimienta y las hierbas que hayamos escogido. Podemos ir haciéndolo por capas, para que todo quede repartido. Cuando hayamos llenado el tarro, cubrimos con aceite de oliva virgen extra.

  4. Es importante que el aceite cubra bien todos los alimentos, que no quede aire por encima.

  5. Cerramos el tarro y lo guardamos en un lugar seco y oscuro, como la despensa. Dejamos que macere como mínimo tres días para conseguir impregnar todo de sabor. Si quieres, y para asegurar que la receta de tomates secos en aceite sea un éxito, puedes dejarlos en la despensa una semana.

  6. Una vez abierto, lo guardamos en la nevera. Cuando gastes los tomates, puedes colar el aceite y utilizarlo para aromatizar platos, ya que tiene mucho sabor y aporta, sin duda, un toque muy especial.

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